El Grunge surgió en la década de 1990 como un grito de autenticidad en medio de la música comercializada. Bandas como Nirvana, Pearl Jam y Soundgarden lideraron este movimiento con su enfoque sin pretensiones y su sonido crudo. Las letras honestas y a menudo introspectivas del Grunge resonaron con una generación que buscaba una voz honesta en un mundo cada vez más artificial. Aunque el Grunge alcanzó su apogeo en los años 90, su legado perdura en la música alternativa contemporánea, recordándonos la importancia de la autenticidad y la expresión personal en el arte.